Dermatitis atópica: metaanálisis del riesgo de cáncer
Se sospecha desde hace mucho tiempo que la barrera cutánea alterada y la respuesta inmunitaria alterada crónicamente en pacientes con dermatitis atópica (EA) tienen un impacto en la defensa tumoral. Pero, ¿cuál es el riesgo real de cánceres cutáneos y no cutáneos en pacientes con EA?
Casi 6 millones de registros evaluados
Un grupo de estudio canadiense abordó esta cuestión en un gran metanálisis epidemiológico. Para este análisis, utilizaron datos de ocho estudios de cohortes basados en la población (n = 5.726.692 participantes) y 48 estudios de casos y controles (n = 114.136 participantes).
El riesgo de cáncer de piel blanca aumentó en casi un 50%
La evaluación de los estudios de cohortes basados en la población reveló un riesgo significativamente mayor de carcinoma queratinocítico en pacientes con EA en un 46% en comparación con la población general sin EA. El cociente de incidencia estandarizado (SIR) agrupado de cinco estudios fue 1,46 (IC del 95%: 1,20–1,77). La probabilidad de desarrollar cáncer de riñón también es significativamente mayor en pacientes con EA que en personas sin EA, como muestran los datos combinados de dos estudios: SIR 1,86 (IC del 95%: 1,14-3,04).
Menos cáncer de pulmón en la EA
Por otro lado, la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón es menor para los pacientes con EA: en los estudios de casos y controles, el riesgo de cáncer de las vías respiratorias fue alrededor de un 40% menor (4 estudios; odds ratio [OR] agrupado: 0,61; 95). % IC: 0,45-0,82) que en personas sin EA.
No hay una declaración clara sobre el riesgo de tumor cerebral
Para otras entidades cancerosas, no se pudieron hacer declaraciones claras a partir de los datos: en el caso de las neoplasias malignas del sistema nervioso central, se encontró una tasa más alta en los estudios de cohorte (2 estudios; SIR combinado, 1,81; IC del 95%, 1,22- 2,70), en los estudios de casos y controles (15 estudios; odds ratio agrupado 0,76; IC del 95%, 0,70-0,82) un riesgo menor para el paciente con EA.
El resultado fue similar para el cáncer de páncreas: en los estudios de cohorte (1 estudio; SIR, 1,90; IC del 95%, 1,03-3,50) un riesgo mayor, en los estudios de casos y controles: (5 estudios; OR agrupado, 0,81; IC del 95% , 0,66-0,98) tiene una probabilidad menor. En este metaanálisis no se pudo demostrar una conexión entre la EA y otras entidades cancerosas, ni siquiera para el melanoma.
Por qué este perfil de riesgo de cáncer surge en pacientes con EA, o en qué mecanismos se basa, debería ser objeto de más investigación, según los autores británicos.